¿Te preguntas cómo hacer que una empresa y sus productos o servicios sean tangibles, únicos y reconocibles? Entonces, es hora de hablar sobre los atributos de la marca.
Y es que las marcas pueden percibirse, identificarse, sentirse…incluso, son capaces de plantear una conversación con su público clara y asertiva, que las hace relevantes, cercanas y humanas.
Para que esto sea posible, deben estar rodeada de una serie de atributos, que van desde elementos muy superficiales y generales hasta aspectos únicos y singulares.
En concreto, podemos clasificar los atributos de la marca dentro de 3 grandes grupos: básicos, valorados y diferenciadores.
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Básicos
Son los atributos de marca que permiten identificarnos y mostrar una imagen tangible ante el público, pero sin que esto suponga diferenciación.
Por eso, aquí entra especialmente en juego la identidad visual. Colores, logotipo y otros elementos representativos son elementos básicos para mostrar nuestras propuestas de valor al mundo.
El color rojo de los coches Ferrari y la manzana mordida con la que Apple destaca en el competitivo mercado tecnológico son algunos atributos de marca básicos que han entrado en la mente de (casi) todos.
Valorados
Son aquellos que llevan al público a tomar una posición activa, es decir, a construir en sus mentes una percepción y valoración clara sobre la marca.
Por ejemplo, ¿por qué asociamos a Gucci con lujo? Gracias a un montón de atributos de marca, como uso del color dorado – referente a las joyas – y su lenguaje asociado al alto estilo de vida.
En otras palabras, son elementos que nos dicen qué pensar de una marca y cómo percibirla, para que la agrupemos dentro de segmentos y grupos específicos.
Diferenciadores
Palabras específicas, productos únicos, esquemas de comercialización personalizados, enfoques de publicidad que rompan paradigmas…esto y más son diferenciadores y potentes atributos de marca.
Por ejemplo, Dove, la reconocida marca de jabones y productos de cuidado personal, sea diferenció de sus competidores directos al seguir una nueva línea publicitaria, en la cual incluyó mujeres “comunes”, sin grandes arreglos ni maquillajes previos, dejando a un lado los estereotipos de belleza tradicionales.
Así, se presentó como una marca amigable, singular y, sobre todo, genuina.
Por último, dentro de los diferenciadores, no podemos dejar a un lado el aspecto emocional. Y es que nada nos hace más únicos para un consumidor que conectar con sus sentimientos.
Para ello, podemos emplear desde punchlines, eslóganes y frases como el “Més que un club” del FC Barcelona y el “Just Do It” de Nike hasta estrategias de contenidos de gran alcance y basadas en el storytelling.
¡Y eso es todo! Ya conoces cómo se clasifican los atributos de la marca y cuán importantes son para tu propuesta de valor.
Gestiona de forma estratégica estos elementos y haz que tu empresa y su oferta comercial sea única, reconocible y genuina.
¿Te pareció útil esta lectura? Si estás a cargo de una empresa en crecimiento y quieres obtener más información para desarrollar y mejorar su marca, ¡no te pierdas nuestro post sobre branding para startups!